Es gratificante para mi vida ser exalumna y ahora docente de la comunidad CASFA, ya que gracias a la formación académica, humana, en valores fransisclareanos y emprendimiento que recibí, descubrí mi vocación como docente. Hoy puedo dar fe, que no me equivoqué en mi decisión y que soy feliz desempeñándome en esta linda labor. Quiero agradecer a todas las personas que me han acompañado en mi formación, especialmente a Gloria Gómez, a Constanza Guzmán y a la comunidad de hermanas franciscanas, por creer en mí, por la confianza que me dieron en mi primer cargo administrativo, mientras me formaba en el campo de la docencia. Todas las enseñanzas que he aprendido en el colegio, poco a poco, las he ido promoviendo en mis estudiantes dando ejemplo de servicio, liderazgo, compromiso, autonomía, cuidado por el otro y amor por la creación. Doy gracias a Dios por permitirme seguir siendo parte de esta familia llamada CASFA.
CATALINA GUERRERO,Docente del grado segundo